Asociación Española
de Gastroenterología

IN MEMORIAM RICARDO SAINZ SAMITIER

Publicado el 04/05/2021 a las 10:29

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Nos ha dejado recientemente uno de los Maestros y co-fundadores de AEG: Ricardo Sainz Samitier.

Nuestras más sinceras condolencias a sus seres queridos.

“No hace mucho, Irene Vallejo señalaba en un artículo la diferencia entre la etimología de maestro y ministro. Con todo, el título de maestro (como el de genio) suele atribuirse con un exceso de generosidad. Nos acaba de dejar, un Maestro de verdad. El Profesor Ricardo Sáinz Samitier era de Villanueva de Cameros, pero estudió su carrera en Santiago de Compostela, y aprendió Digestivo en Barcelona y París. En la Escuela de Patología Digestiva de San Pablo, en Barcelona, no sólo recibió enseñanzas de médicos de la talla de Francisco Vilardell y Ramón Trías i Rubiés sino que hizo grandes amigos que luego formarían el núcleo de la mejor Gastroenterología española. En 1975 empezó a trabajar en el recién inaugurado Hospital Clínico de Zaragoza y, poco a poco, creó a su alrededor un grupo de personas muy especial. Y lo hizo porque a sus conocimientos, a su estudio, a su ciencia, añadía una capacidad de seducción personal que le hacían un Maestro en toda la extensión de la palabra: como clínico, como profesor y como persona. Y dominaba como nadie la esencia de la medicina: la relación con el paciente. Si hubiera que escoger una habilidad de Ricardo, su capacidad de establecer una relación de amistad inmediata con cualquier paciente sería la más destacable. Nos ha dejado, aunque tengo la esperanza de que una porción de su bondad, de su inteligencia, de (porque no decirlo) su picardía, esté en nosotros. Ricardo formó parte del núcleo de personas que fundó la AEG, y prefirió siempre el segundo plano. Junto con sus grandes amigos José María Piqué, Julio Ponce, Joan Monés, Juan Ignacio Arenas o Miguel Pérez-Mateo (entre otros), lideró un cambio siempre marcado por su extraordinaria bondad personal que, si alguna vez flaqueaba, se enderezaba con un golpe de timón de Luisa, su compañera de vida.  En el Hospital, en la Facultad, en la AEG, y en sus discípulos, Ricardo ha dejado una marca que espero, por nuestro bien, que sea indeleble.”

Última actualización: 25/04/2024